Descubierta una colonia de centenares de cachalotes en las costas de Sicilia

Entre tanto desastre ecológico y malas noticias, una muy curiosa y optimista ha surgido en Sicilia de la forma más inesperada. Para resumir, y aunque suene muy raro, es algo así: una antena colocada en el fondo del mar para captar el paso de minúsculas partículas del espacio ha descubierto, entretanto, que por allí pasan entre tres y cinco cachalotes al día.

Se trata de un hallazgo sorprendente porque este majestuoso cetáceo, que puede alcanzar los 20 metros, se consideraba al borde de la extinción en el Mediterráneo, debido a la contaminación, las redes de pesca y los choques con barcos. Como mucho, se pensaba que habría unas docenas vagando en solitario, pero estos nuevos datos indican que puede haber «varios centenares».

El Instituto Nacional de Física Nuclear de Italia, que normalmente no tiene muchas ocasiones de salir en la prensa para dar a conocer sus proyectos, ha visto así salir a flote uno de los más interesantes que está llevando a cabo. Se llama 'Nemo' y la antena submarina que acaba de saltar a la fama es su prototipo inicial. Es una 'torre' de 750 metros, formada por alambres, en la que hay colocados sensores ópticos y acústicos. ¿Qué hace exactamente un instrumento así en el fondo del mar? Pues se dedicará a intentar 'atrapar' neutrinos, unas diminutas, misteriosas y poco conocidas partículas cósmicas que atraviesan constantemente la Tierra de un lado a otro. La idea es captar al menos el fugaz rastro luminoso que dejan, para ver cómo son y obtener información muy valiosa sobre nuestra galaxia. La antena está en el mar a modo de telescopio porque es el mejor sitio para observar el paso de los neutrinos y el objetivo final es construir un auténtico bosque de estas antenas, de un kilómetro cúbico.

Sin embargo, en el año y medio que lleva plantada frente a la costa de Catania, en pleno estrecho de Messina y a 2.100 metros de profundidad, esta torre no ha dado con la partícula más pequeña que existe, sino con uno de los mamíferos más grandes. Hasta que comience definitivamente el proyecto y se encuentre el dinero necesario, la antena también está siendo utilizada como laboratorio para estudios oceanográficos, sismológicos y volcánicos. De este modo, se descubrió todo un alboroto de gemidos de cetáceos y delfines, y fue puesta a disposición de un equipo de biólogos marinos de la universidad de Pavía. Tras utilizar los micrófonos y sensores para escuchar a las ballenas, los expertos se han llevado una sorpresa tan enorme como ellas. «Es una gran noticia, bellísima noticia», ha resumido el director científico del Instituto para la Investigación del Mar, Silvio Greco.

Ejemplar de cachalote (Physeter macrocephalus)

Diálogos al despertar

«Por primera vez hemos podido grabar en tiempo real los 'clic' que emitían los cachalotes al pasar en grupo cerca de la antena, y con los sensores acústicos hemos podido contarlos, valorar su dimensión y la dirección en la que nadaban. Además, hemos podido deducir que algunos estaban de paso y que otros dialogaban entre ellos después de despertarse», ha explicado el profesor Gianni Pavan. Según indica, estos animales viajan a unos mil metros de profundidad para capturar los calamares gigantes que forman parte de su dieta. Son capaces de permanecer bajo el agua unas dos horas y tras coger aire se pueden sumergir en vertical a una velocidad de cien metros por minuto.