Entre una nube de humo provocado por la detonación de explosivos, un buque de transporte de tropas de la Segunda Guerra Mundial se hundió frente a la costa de los Cayos de Florida esta semana para convertirse en el primer arrecife de coral de grandes dimensiones con el que esperan reflotar la economía local y el medio ambiente.
El General Hoyt S. Vandenberg, de 159 metros y 17.000 toneladas, solo necesitó tres minutos para hundirse una vez que se detonaron las cargas controladas.
El buque se hundió a 43 metros de profundidad, a siete millas de Cabo Hueso, en el extremo sur de Florida.
Con su hundimiento, esta reliquia de la guerra, que también fue usado por la Fuerza Aérea de Estados Unidos para rastrear el lanzamiento de misiles soviéticos durante la Guerra Fría, se convertirá en uno de los arrecifes de coral artificiales más grandes del mundo.
Instantáneas del hundimiento del General Hoyt S. Vandenberg
Las autoridades locales y los empresarios esperan que el Vandenberg aporte un impulso al medio ambiente marino y la economía local, que se ha resentido por la recesión económica mundial.
Prevén que el barco sea una atracción inmediata para submarinistas, que también atraiga a peces, corales y otras criaturas marinas y alivie la presión de los arrecifes naturales de Cayo Hueso causada por el buceo, la navegación y la pesca.
'A los buceadores les gustan los barcos naufragados, a los peces les gustan los barcos naufragados. El Vandenberg será una gran figura subacuática', dijo Sheri Lohr, propietaria de una tienda de buceo retirada que ha estado implicada en el proceso para hundir el Vandenberg.