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A esta profundidad, el agua está lo suficientemente caliente como para derretir el plomo, y la presión que ejerce significa que cada centímetro cuadrado tiene que soportar el peso de cinco hombres grandes
“Fue como pasear por la superficie de otro mundo”, dice Bramley Murton, un geólogo del Centro Oceanográfico Nacional (NOC) en Southampton, Reino Unido, que pilotó el vehículo Hy-Bis bajo el agua por alrededor de estos profundos respiraderos volcánicos, filmados por primera vez.
“Los colores del arco iris de las agujas minerales, y los azules fluorescentes de los tapetes microbianos que las cubren, no se parecían a nada que yo hubiese visto nunca antes”, dijo Murton.
Estas son las primeras imágenes transmitidas desde el fondo de la depresión Caimán, en la grieta volcánica submarina más profunda del mundo, que corre por el fondo del Caribe.
Una colaboración internacional de investigadores, conocida con el nombre de InterRidge, está estudiando la grieta con vehículos sumergibles. Su equipo se quedará en la zona hasta el 21 de abril. Está prevista una segunda expedición a Caimán para un futuro próximo.
Delgadas agujas
El ventiladero más profundo conocido previamente está ubicado a 4.200 metros de profundidad en la Cordillera del Atlántico Medio, pero la mayoría de los ventiladeros de aguas profundas que se han visitado hasta el momento están a menos de 3.800 metros de la superficie. Los últimos ventiladeros visitados, con sus esbeltas agujas de cobre y mineral de hierro, están a 5.000 metros de profundidad. El equipo de InterRidge aún puede sumergirse hasta los 6.000 metros.
“Todavía estamos estudiando estos nuevos ventiladeros”, dice Doug Connelly, también de la NOC. “No tenemos una medición de temperatura aún; no es fácil tomar la temperatura de un respiradero de aguas profundas. Pero debido a que la temperatura de los respiraderos depende de su profundidad, en cierta medida, estos podrían ser muy calientes.”
Si están más calientes que el registro actual de 464° C, medidos en dos negras fumarolas a 3.000 metros por debajo de las olas en la cordillera del Atlántico medio, debemos esperar a verlo, dice Connelly.
También se han encontrado criaturas de aguas profundas en las nuevas fumarolas, pero el equipo aún no puede revelar ningún detalle. “Hemos visto criaturas de aguas profundas allá abajo, al igual que en otras chimeneas hidrotermales del fondo del mar”, dice Jon Copley, un biólogo marino de la Universidad de Southampton. “Pero nuestros resultados deben ser verificados por otros científicos antes de que podamos hablar de ellos.”
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